El otoño ya ha llegado y ha venido para quedarse unos meses con nosotros.
Como bienvenida, en la clase de 3ºB hemos querido decorar la clase lo más realista posible.
Por eso, los niños y niñas estuvieron recogiendo durante el fin de semana elementos de la naturaleza característicos del otoño. ¡Hay que ver la cantidad de hojas, piñas y castañas que han encontrado estos chicos!
Como cada uno había traído una bolsa con un montón de cosas (la verdad es que se ve que se implicaron arduamente en la tarea de recogida), ayer estuvimos clasificándolo todo. De esta manera descubrimos también que hay árboles de hoja caduca (como los castaños) y árboles de hoja perenne (como los pinos).
Una vez todo clasificado, hoy, hemos comenzado con la decoración de la clase:
Como ya descubrimos la semana pasada, cuando trabajamos en equipo, cooperando y ayudándonos, trabajamos mucho mejor y nos gusta más.A esta manera de trabajar se le llama aprendizaje cooperativo. ¿Cómo lo hemos llevado a cabo esta vez?
Hemos hecho en clase 4 grupos de trabajo, puesto que cada uno íbamos a hacer una parte de nuestro árbol decorativo. Los responsables de cada equipo han escogido qué parte realizarían.
Una vez elegida la pieza del puzzle de nuestro árbol, cada equipo con un poco de cola blanca y mucha paciencia han ido colocando una a una las hojas que teníamos para decorar.
Pero no creáis que ha sido todo al azar, puesto que cada una de las posiciones de las hojas ha sido consensuada entre todos los miembros del equipo y todas las opiniones eran aceptadas por igual.
En clase se escuchaban frases como <<Esta hoja la pondremos así para que parezca que se está cayendo, ¿qué os parece?>> o <<La hoja grande abajo, pesa más>>. Es increíble lo que podemos aprender de nuestros chicos y chicas dejándoles que sean ellos mismos los que tomen las decisiones.
A través del aprendizaje cooperativo inculcamos a nuestros niños y niñas el valor del trabajo en equipo, la satisfacción de la ayuda mutua y la motivación, puesto que son ellos mismos los protagonistas de su propio proceso de aprendizaje. Además, desarrollan la creatividad y al dejarles vía libre en la resolución de la tarea, los resultados pueden ser gratamente sorprendentes, ¿a vosotros qué os parece?
Mateo se lo ha pasado genial cogiendo hojas y castañas en La Grajera.
ResponderEliminarJo, que me encanta como ha quedado el árbol. Mónica ayer me decía, mamá hoy hemos hecho un árbol de verdad, pero de verdad, verdad. Me parece una idea genial lo del aprendizaje cooperativo, que se escuchen y se dejen hablar los unos a los otros y entre todos han hecho ese pedazo de árbol, que estoy segura que da muy buena sombra.
ResponderEliminarHa quedado precioso !menudos artistas!
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