" Mi escuela es mi segunda casa, pero mi casa es mi primera escuela"
El sueño de cualquier padre es que su pequeño sepa comportarse, sea educado y obediente. Pero la realidad no siempre resulta tan fácil. Por eso es importante explicarle bien las situaciones en las que se encuentran los pequeños día a día.
Hay que armarse de paciencia y ser constantes y firmes para lograr que aprendan buenos modales.
Las palabras por favor y gracias deben incluirse rápidamente en su vocabulario. Al igual que la palabra perdón.
Por eso, nosotros somos los primeros que tenemos que dar ejemplo a los pequeños. Tened en cuenta, que en estas edades, los padres y profesores son sus puntos de referencia principales.
Cuando llevamos niños de viaje o a comer fuera, es fundamental decirles que no deben levantarse constantemente o alzar la voz ya que pueden molestar a otras personas. Y si realizan bien estas pautas, hacedles saber que estáis contentos por la conducta que han tenido.
Por la calle, no deben ir corriendo y gritando ya que por ella, transitan otras personas que hay que respetar.
También hay que enseñarles diferentes valores como la amabilidad, el respeto, la generosidad hacia los demás, saber compartir.
No hay que olvidarse del buen trato hacia los animales y la naturaleza.
Debemos luchar por una educación de calidad para los más pequeños.
Los buenos modales son fundamentales porque entran dentro de la sociabilidad humana y es que, más allá de la individualidad que nos envuelve, también establecemos lazos con los demás desde la más tierna infancia.
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