Peque - consejo: Cómo hacer para que tu hij@ no te manipule

"No puedo con mi hij@", "Cuando no consigue lo que quiere, prepara unas rabietas..., " Es que los abuelos, le permiten todo", " Su padre, le compra de todo"... éstas y muchas otras frases las habréis pensado y dicho un montón de veces.

Hoy en día, la situación a nivel educativo ha cambiado y los padres y profesores han perdido autoridad frente a los hijos y alumnos. Es una situación negativa, que hace que los más pequeños manipulen a su antojo a los adultos.

Os dejamos algunas pautas para que tengáis en cuenta en el día a día con vuestros hijos. Recordad que cuando les queráis decir algo importante a los peques, el tono debe cambiar. Un tono serio y claro para que puedan entender lo que se les está diciendo.

No te dejes

Ceder o no a los chantajes infantiles es una decisión personal. Sin embargo, no compensa ser un esclavo de los deseos de los niños porque pueden llegar a convertirse en auténticos tiranos cuando siempre consiguen aquello que desean. Para reflexionar sobre esta cuestión es positivo leer el libro “El pequeño dictador” escrito por Javier Urra.

La filosofía del diálogo es muy positiva siempre que no caes en el error de creer que tienes que justificar todas tus decisiones frente a tus hijos.

No cedas después de decir no

Es habitual que en un momento de enfado, el padre castigue al niño pero cuando se le ha pasado el disgusto, cede y se olvida de todo. Los niños necesitan comprender que los malos comportamientos tienen una consecuencia. Pero cuando eres contradictorio en el mensaje que mandas, es difícil que el niño sea responsable de las consecuencias de sus actos.

Cumplir las promesas

En positivo, conviene recordar que las promesas que se hacen a los niños también son muy importantes de cumplir. Si has acordado con tu hijo un plan muy especial para el fin de semana, entonces, no te saltes ese plan, ni lo dejes en un segundo plano por otro imprevisto. El niño sentirá que no le tomas en serio.

Educar con un criterio

Para educar no sirve con aquello que hace la mayoría. Ten personalidad y educa a tus hijos según tu criterio. Deja de lado la filosofía materialista y educa en valores. Es muy importante recordar que educar requiere de tiempo: la televisión no es una niñera.