Existen rasgos en los padres que pueden dar un mal ejemplo a los hijos. Por ejemplo, es un mal gesto que los padres no dialoguen y se digan las cosas a gritos, en vez de hablarse con calma y con tranquilidad. Los niños aprenden los modelos de educación y de comunicación desde la más tierna infancia, por tanto, hay que tener cuidado de lo que hacemos y decimos, ya que los niños después, lo pueden imitar.
Otro gesto totalmente negativo para los niños es el de criticar en su presencia a los familiares, a los amigos.... Los niños aprenden a hacer aquello que ven, por tanto, es mejor cultivar las relaciones familiares con sinceridad, intentando ver lo bueno en los demás.
La falta de solidaridad y de empatía tampoco es un buen ejemplo para los niños. Hoy día, existen muchas personas con necesidades que necesitan de la ayuda social para salir adelante. Por ello, intenta estar implicado en causas sociales para que tu hijo crezca con el ejemplo gratificante que produce la ayuda desinteresada a los demás.
Los malos modales también son un mal ejemplo para los niños, por ello, es tan importante que unos padres eviten decir tacos delante de sus hijos porque los niños terminan imitándolas. A un hijo se le da mal ejemplo cuando un padre no cumple con sus obligaciones y sus responsabilidades. Por ello, la pereza, la queja constante, la postergación de la toma de decisiones terminan generando en el niño un modelo educativo inadecuado. Muchos padres critican ciertas decisiones en los hijos, pero no son conscientes, de que muchas de las actitudes que ven en sus hijos, las tienen ellos mismos en primera persona.
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