En el ámbito de la educación infantil, el juego es el medio más importante que los niños tienen para aprender y crecer como individuos.
Los beneficios de los juegos de construcción van más allá de estimular la imaginación y creatividad de los niños. Favorecen el desarrollo de diversas capacidades cognitivas como la percepción, la orientación espacial, la atención, la coordinación óculo-manual, la psicomotricidad fina de manos y dedos, desarrollan habilidades visuales y receptivas o fomentan la atención y la concentración.
A través de los puzzles, los niños entrenan la motricidad fina, mejoran la coordinación óculo-manual y se ejercitan en la concentración y la paciencia. Asimismo, aprenden a resolver problemas con estrategias y de forma estructurada, algo que se consigue mediante la clasificación repetitiva de las piezas.
Mil gracias, hermosos
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