Partiendo de una plantilla con círculos y contando con
litros de temperas de colores, los alumnos/as de la clase fueron coloreando
cada uno de los círculos con la única norma de no repetir colores. Es decir,
empleando toda la paciencia posible para poder cambiar de pincel entre ellos y
no rendirse a las ganas de embadurnar toda la hoja de un mismo color.
Poco a poco, cada uno fue completando una parte de lo que después sería nuestro gran cuadro.
Poco a poco, cada uno fue completando una parte de lo que después sería nuestro gran cuadro.
Orgullosos muestran su resultado.
Una vez que las partes estaban secan procedimos a pegarlas todas juntas para formar un mural similar al cuadro original. Este ha sido nuestro resultado ¿Qué os parece?
Aún nos queda un trabajo más sobre Kandinsky pero no podemos enseñarlo hasta que esté acabado.
Precioso!!!
ResponderEliminarQué bien trabajan estos chicos gracias a su señorita Isabel que les enseña cosas tan interesantes.
Ana Mendi
Fantásticos estos chicos. Lo han hecho genial. Les damos un diez. Esto tiene pinta de exposición a final de curso. A mi lo que más me gusta son las manitas que sacan,llenas de pintura ��. De nuevo vuelves a hacer un buen trabajo.
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