Psicomotricidad en "el circo" 2º de infantil

Ayer los alumnos de 2º de infantil convirtieron  la salita de psicomotricidad del cole en una carpa de circo. Y ¿cómo es esto? Pues muy fácil, solo hay que decir “Hoy vamos a imaginar que estamos en el circo” y… ¡ Hecho ! Sus cabecitas llenas de imaginación les llevan a donde ellos quieran en un santiamén.

Esto no siempre es una ventaja, ya que hay alguno que viaja a “la Luna de Valencia” con más frecuencia de la que nos gustaría. Pero eso, es otro tema.

Volviendo a nuestro circo… Como todo el mundo sabe, no puede haber un circo sin tigres o leones y un domador/a en condiciones (sólo me faltaba el látigo). En este caso, cada uno de los “leones” pasó con mucho cuidado entre los “aros de fuego” que hay siempre en la pista central, y aunque alguno perdió el equilibrio, nadie resultó herido.

Después llegó el momento de los malabaristas. Hay que decir que aún están en fase de aprendizaje y solo hacen malabares con una pelota cada vez, pero la intención es lo que cuenta.

 
Luego, los más forzudos saltaron a la carpa levantando sus pesas de 8000 kilos aproximadamente. Y por último, aparecieron los equilibristas que iban cruzando la cuerda floja colocada a una altura sin especificar (No está claro si estaba en el mismo suelo o a 1000 metros)
 

 

  

El circo fue muy divertido, pero cuando acabó, aún teníamos ganas de jugar así que dedicamos un ratito a “la zapatilla por detrás”.

Finalmente, para intentar relajarnos un poco ¿qué mejor que un masaje en la espalda? Pues ¡manos a la obra! Mini sesión de relajación.

La intención era buena pero ni con esto se pueden parar quietos un poquito.

Qué bonito que la imaginación de los niños y niñas nos permita dar la clase donde nos apetezca. Hoy hemos tenido la posibilidad de visitar el circo y disfrutar de un “Spa” en menos de una hora, pero quién sabe dónde nos iremos mañana.

Sabiendo que la imaginación no tiene límites y que supone el mejor recurso para vivir cada día una nueva aventura, intentaremos explotarla al máximo, con la intención de que según vayan haciéndose mayores, algo de estos niños les quede siempre dentro.

Y no os preocupéis, si vemos que la aventura se nos hace peligrosa, pediremos vuestra autorización.