Aun son un poco pequeños para entender qué es
eso de la vendimia, pero ya saben que tiene algo que ver con el vino y el
mosto.
Por eso hemos hecho un racimo de uvas y hemos
aprovechado para hacer un primer contacto con las témperas. Algunos de ellos no
habían visto este tipo de pintura nunca y sus reacciones han sido muy
divertidas. Algunos me han preguntado si la tempera dolía, y otros si se la
podían comer. Después de resolver dudas tan importantes, tenemos que admitir
que aun tenemos que trabajar un poco más con las temperas para poder conseguir resultados
que no parezcan arte abstracto.
También hemos empezado a celebrar las fiestas
con un pequeño chupinazo improvisado en el que los niños y niñas han aprendido
a hacer el ruido de un cohete. (a alguno le ha salido parecido y otros lo han
intentado con gran esmero).
Gran trabajo con el primer contacto con las temperas
ResponderEliminar! Felices fiestas peques!
Pero que bonitos que son
ResponderEliminarSon encantadores gracias por ser tan informativas asi vemos como se lo pasan nuestros pequeño
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