Cualquiera puede convertirse en un artista. Prueba de ello es Henry Matisse, estudiante de derecho, que se vio obligado a hacer una parada en su carrera a causa de una enfermedad la cual le hizo pasar una temporada en cama. En ese momento su madre(¡qué sabias las madres!) le regaló una caja de acuarelas. Fue entonces cuando descubrió su verdadera vocación.
Tras conocer brevemente la historia de Matisse, los alumnos de 1º A de infantil, comenzamos a reproducir uno de sus cuadros “La Gerbé”. Con paciencia, los niños y las niñas fueron pintando las “hojas” que componen nuestro cuadro.
"La Gerbé" Henry Matisse |
"El ramillete" alumnos de 1ºA |
Día tras día nos hemos convertido en pequeños pintores experimentando con las témperas y las pinturas de dedos. El resultado parece los de menos al apreciar lo que se divierten los niños/as metiendo la mano dentro de la pintura. Quién sabe si dentro de unos años, tendremos que pagar millones por alguno de sus cuadros. Espero que entonces se acuerden de mi.
PD: La próxima vez intentaremos manchar menos las batas.
Me parece una idea genial!! Trabajar el arte de esta forma es muy creativo, además de que aprenden a trabajar individualmente y en grupo, ya que la hoja de cada uno influye en el resultado final de la obra (ramillete).
ResponderEliminar¡Me encantan estas iniciativas!
Profe Beatriz
primero van gogh, ahora matisse, me parece muy interesante que les introduzcas en el mundo del arte de esta manera y, como son como esponjas se quedan con todo y, tranquila que de 21 que tienes alguno nos tiene que salir artista
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